domingo, 20 de diciembre de 2009

OTRO AÑO QUE TERMINA

Los días de Diciembre son como las hojas finales de un cuaderno, esas que vas contando para saber cuanto tiempo te falta para tener un nuevo cuaderno. Terminamos el cuaderno con desesperación por comenzar uno nuevo, llenos de emoción y de buenos propósitos.

Este año mí vida ha dado otro cambio rotundo, he superado obstáculos, aprendido mucho más de la vida y Dios me ha dado muchas oportunidades también. Hay proyectos que he iniciado en lo material y nuevos han nacido en el corazón. Dios lo hace soñar a uno, y dice que nuestra boca se llenará de risas tal como lo dice claramente en su palabra:

“Cuando Dios hiciere volver la cautividad de Sion,
Seremos como los que sueñan.
Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y nuestra lengua de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Dios con éstos.
Grandes cosas ha hecho Dios con nosotros;
Estaremos alegres.” Salmo 126.1-3


Él prometió, que haría descender la “lluvia tardía”, y “todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.” Eso me gusta mucho, como es nuestro Dios.

“!Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en el Señor vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.” Joel 2.23-25

Muchos se sorprenderán, otros se escandalizaran, otros se pretenderán oponer a lo que Dios quiera hacer, pero, te digo algo, no habéis visto más que el principio.
Esto no es más que “una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre”, pero ya ha empezado.

“Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel. 1 Reyes 18.42-46

Cada minuto Dios nos permite ser una persona diferente y nunca volvemos a ser la misma persona, y no me refiero a las marcas que deja el paso del tiempo en la piel, sino a las que deja la vida dentro de cada uno, a las experiencias buenas y no tan buenas. Malas? ninguna, porque todas nos dejan algo bueno, algo que aprender. Cada una de esas experiencias nos hace ser la persona que ahora somos, y que es una persona mejor que la anterior.

Este año que termina quizás tu vida y tu alma se enriquecieron de mil formas, con lágrimas y sonrisas, con gestos y miradas, con palabras sinceras y no sinceras, con buenas y malas compañías, con alegrías y tristezas, con depresiones, en fin muchas cosas. Este fue un año rico en sentimientos, sensaciones y pensamientos y no debemos arrepentirnos de nada de lo que hicimos, pero si de lo que dejamos de hacer.
En este año reforcé lazos de amistad, conocí gente nueva y lugares nuevos, me di el tiempo para hacer cosas buenas de las que no cuento mucho porque no me gusta hacer alarde de ellas.

Le agradezco a Dios, que me dio la oportunidad de vivir un año lleno de matices, de sorpresas, de emociones, no importa de que tipo. Le agradezco la salud que me ha dado, le doy las gracias porque me enseñó que tengo la fortaleza de enfrentar muchas cosas solo, pero que siempre tengo el apoyo de EL y de la gente que me quiere y se preocupa por mí, le doy gracias porque cuida mi corazón para que sea el mismo, solo más rico, más lleno de amor por todos los que me rodean y por los que se han alejado un poco.

Le doy gracias porque ha mantenido mi familia unida, a mi hija llena de vida y salud, mas hermosa que nunca, MI CONSENTIDA, gracias a Dios porque los puedo ver sonreír muchas veces y llorar muy pocas, porque aunque quizás hayan pequeños problemas, somos afortunados, nos tenemos unos a otros, y lo tenemos a Él que nos llena de bendiciones.

Y a todos los que han estado aquí (MIS AMIGOS), les deseo un muy feliz y próspero año 2010 desde los más profundo de mi corazón, que se cumplan sus deseos y sueños, y recuerden que debemos trabajar para lograr cada uno de esos propósitos que soñamos, nada cae del cielo, cada uno tiene por lo que trabaja si lo hacemos de corazón, y con el corazón lo lograremos.

A todos, Gracias y Bendiciones.

Lo que no lograste en éste 2009,
Alcánzalo en el venidero 2010



¡FELIZ y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2010!


Rafael y Genesis Figueredo
Barinas, Venezuela.

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